
Los lechos de secado de lodos son generalmente el método más simple y económico de deshidratar los lodos estabilizados (lodos digeridos), lo cual resulta ideal para pequeñas comunidades.
El lecho típico de arena para secado de lodos es un compartimiento rectangular poco profundo, con losa de fondo en concreto reforzado y muros en mampostería empañetada, con fondos porosos colocados sobre un sistema de drenaje. El lodo se aplica sobre el lecho en capas de 20 -30 centímetros y se deja secar, el desaguado se efectúa mediante drenaje de las capas inferiores y evaporación por acción del sol y el viento.
Inicialmente el agua percola a través del lodo y de la arena para ser removida por la tubería de drenaje en un período corto de pocos días. Una vez formada una capa de lodo sobrenadante el agua es removida por decantación y por evaporación.
La pasta se agrieta a medida que se seca permitiendo la evaporación adicional.
Este tipo de lechos tienen ventaja por requerir poca atención en su operación.
El lecho filtrante consiste en un manto filtrante en arena de tamaño entre 0.3 y 1.3 mm, con un coeficiente de uniformidad entre 2 y 5 y un estrato filtrante de graba graduada entre 1/2" y 1/4".
Posee una cubierta en estructura de soporte en correas metálicas y teja traslucida.